Factores endógenos y exógenos: ¿el criminal nace o se hace?
Durante mucho tiempo, en el mundo de la criminología ha existido la interrogante ¿el criminal nace o se hace? Si bien, la respuesta varía según el enfoque con el que se desee abordar tal cuestionamiento, el delito se puede contemplar como numerosidad de factores criminógenos tanto exógenos y endógenos, que en conjunto, influencian y facilitan las conductas criminales de una persona y la comisión de delitos; ya que, si bien una persona puede nacer con una mayor predisposición para convertirse en criminal, el ambiente es lo que termina de desencadenar las conductas criminales.
(Para más información sobre el tema de los factores criminógenos puede revisar la entrada previa del mismo blog, Causas y factores criminógenos)
Para entender mejor la respuesta que se plantea ante la interrogante, es importante entender cuáles son los factores endógenos y exógenos.
Los factores endógenos o predisponentes son todos aquellos que se originan por causas internas, es decir, que forman parte de la conformación interna de la persona, por lo tanto son inherentes a la persona. En otras palabras, son las cualidades heredadas, congénitas o que fueron adquiridas que predisponen mayormente a una persona a cometer crímenes.
Entre estos se destacan los que obtiene la persona desde el momento de la fecundación, gestación o nacimiento y aquellos propios de la fisiología del cuerpo y mente que se desarrollan en diferentes etapas de su vida.
En cuanto a los factores de naturaleza morfológica (los que afectan al cuerpo de alguna manera), que se pueden presentar incluso desde el momento de la fecundación al darse anomalías en la codificación genética del ADN. Lo que a su vez lleva a las complicaciones que el feto pueda sufrir durante el periodo de gestación, ya sea trastornos, traumatismos, enfermedades o padecimientos de la madre, que puedan causar una anomalía y problemas de índole diversa.
De la misma manera, los problemas físicos pueden llevar a que una persona desarrolle anomalías y trastornos mentales, y problemas psicológicos.
También, es importante destacar entre los factores físicos los problemas que tienen que ver con el mal funcionamiento del sistema endocrino y el sistema nervioso central, que se relacionan con desbalances químicos que se dan entre las neuronas; o bien, un mala producción de hormonas, vitaminas, enzimas, entre otros componentes importantes que el cuerpo debe producir naturalmente en balance, que afectan directamente la psiquis.
Finalmente, se deben mencionar los factores mentales que alteran la psiquis de la persona, dejándola en un estado en el que puede no reconocer sus propias acciones y enajenarla por un periodo temporal o permanente. Existen los de naturaleza psicopatológica o psiquiátrica, como la esquizofrenia, paranoia, trastornos de abuso de sustancias, de ansiedad, sexuales, control de impulsos, entre otros; y luego, están los factores psicoanalíticos relativos al análisis conductual y los modelos socioconductuales.
En cuanto a los factores exógenos o desencadenantes, estos se tratan de situaciones ajenas al individuo que provocan o desencadenan en una reacción criminal. Dentro de estos se distinguen los que son creados por el ambiente físico en el que se encuentra la persona y los que son provocados por el ambiente social y las interacciones con otros individuos.
Dentro de las causas del ambiente físico natural se señalan el clima y las condiciones ambientales, la temperatura, topografía, e incluso la hora del día (día o noche) y las fases lunares; en los ambientes artificiales, se pueden contar las organizaciones comunales de diversa índole y los medios de comunicación (televisión, videojuegos, internet); así como en los ambientes virtuales se consideran las redes sociales.
Por otra parte, en las causas del ambiente social se pueden nombrar las redes de apoyo cercanas, como la familia o amigos que, dependiendo de la clase de relación que exista entre miembros de estos colectivos (ya sea armoniosa o abusiva), tendrá una gran influencia en el desarrollo social y psicológico del individuo.
También, existen otros factores destacables como el acceso a la educación y su calidad, la influencia que la presencia de la religión haya tenido en la vida de la persona y la asociación que la persona haya formado con ésta, asuntos de índole económico (recesiones, crisis, períodos inflacionarios), los rasgos culturales de la sociedad en la que se haya criado, la situación política y social, el crecimiento demográfico descontrolado y la migración por diversas necesidades.
De no contar con un sistema de contención adecuado, una persona que cuente con diversos factores tanto endógenos como exógenos, llegado a un “punto de quiebre”, la persona reaccionará en forma de un acto criminal. Por tanto, es imperativo que, para que una persona no desarrolle una vida criminal, se le dé un correcto abordaje a los factores que tengan influencia sobre ella, ya sea mediante el tratamiento adecuado de afecciones tanto psicológicas como psicológicas y psiquiátricas, o bien, el desarrollo de grupos y redes de apoyo que garanticen el bienestar del individuo que solo conoce negligencia y abandono.
Si les interesaría saber un poco más acerca del cerebro criminal y de la influencia de los factores endógenos y exógenos, les invito a ver el siguiente video:
Bibliografía
Hikal, W. (2009). Los factores criminógenos exógenos. Revista del Instituto Universitario de Investigación en Criminología y Ciencias Penales de la Universitat de Valencia.
History Latinoamérica. (22 de mayo de 2020). INEXPLICABLE- CEREBRO ASESINO. YouTube. (46) INEXPLICABLE – Cerebro asesino - YouTube
Zúñiga, R. (2021). Fundamentos de criminología. San José: EUNED.
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